Consideraciones para el manejo de la enfermedad arterial coronaria de adultos mayores
RESUMEN
La pirámide poblacional muestra un desplazamiento hacia los grupos de edad cada vez más avanzada y, considerando que la enfermedad arterial coronaria continúa ocupando uno de los primeros lugares como causa de muerte en todo el mundo, es de esperarse un número cada vez mayor de pacientes seniles afectos de cardiopatía isquémica en nuestra práctica diaria. El paciente senil es comúnmente excluido de las investigaciones clínicas, por lo que las evidencias para su manejo son escasas o supuestas de los resultados obtenidos de la población general. Los adultos mayores tienen características fisiológicas y fisiopatologías específicas; son casos "complejos" para su abordaje diagnóstico y terapéutico, pero además tiene un estado comórbido, lo que realza el reto que como médicos tenemos, ya que debemos no sólo enfocarnos en la cardiopatía, sino en las funciones hepática, renal, neurológica, entre otras sin perder de vista la calidad de vida, las interacciones farmacológicas y el estado emocional del paciente anciano. Por ello, resulta de gran interés conocer y difundir los aspectos específicos (basados en la evidencia actual) del paciente adulto mayor con enfermedad arterial coronaria que permitan mejorar su atención y tal vez estimular el desarrollo de nuevas investigaciones.
Palabras clave: Enfermedad arterial coronaria, infarto al miocardio, angina de pecho, adulto mayor, tratamiento.
ASPECTOS EPIDEMIOLÓGICOS
La enfermedad arterial coronaria en la diversidad de sus manifestaciones continúa ocupando uno de los primeros lugares de mortalidad en todo el mundo. Los avances médicos han permitido una mayor esperanza de vida y la población muestra un desplazamiento hacia grupos de edad cada vez mayores. En el año 2000 la población que rebasaba los 65 años representaba el 12.4% del total; se prevé que para el año 2030 ascenderá al 19.6%, llegando al 21.7% para el 2050. El grupo de mayores de 80 años se duplicará en el 2030 (7.5% de la población total) y triplicará para el 2050. Las mujeres serán el género mayoritario ocupando el 59.0% en aquéllos de más de 65 años, pero implican hasta las dos terceras partes, cuando hablamos de mayores de 80 años. Otro aspecto a considerar es el comportamiento étnico, ya que no sólo es el envejecimiento poblacional sino que éste se presentará en grupos considerados minoritarios.
La ancianidad conlleva una gran cantidad de problemas asociados; se sabe que el 80.0% de estos pacientes ingiere uno o más fármacos de manera crónica; el 60.0% tiene osteoartrosis degenerativa, un 60.0% son hipertensos, el 34.0% tienen o desarrollarán algún tipo de neoplasia a mediano plazo; la enfermedad arterial coronaria (EAC) participa con el 26.0%; los eventos vasculares cerebrales (EVC) en un 25.0%; la diabetes mellitus (DM) con un 23.0% y el 16.0% de esta población padece insuficiencia cardiaca (IC). Todos padecen grados variables de problemas relacionados con la visión, la audición, las alteraciones ortopédicas, demencia, gastritis, patología intestinal o enfermedades genitourinarias.
Los síndromes isquémicos coronarios agudos (SICA) son la principal causa de muerte en los mayores de 65 años, pero les confiere el mayor grado de comorbilidad y complejidad para su abordaje diagnóstico y terapéutico. El 26.0% del total de muertes en Estados Unidos en el 2006 fueron de causa cardiovascular, para el 2007 se elevó al 33.6%. En mayores de 65 años la mortalidad cardiovascular acontece en el 86.0% de los casos; el 85.0% de las hospitalizaciones se deben a cardiopatía, documentándose el infarto al miocardio en el 62.0% de las veces y en el 77.0%. El reporte diagnóstico implica a la insuficiencia cardiaca.Aunque existen algunos lineamientos específicos para este grupo de edad, no había la experiencia ni la evidencia suficiente para su atención; éste sólo se transpolaba y sistematizaba, ya que el paciente senil era excluido de los grandes estudios.
Muchos investigadores están ampliando nuestro horizonte para el abordaje diagnóstico y terapéutico en los pacientes adultos mayores, cambiando nuestra forma de entender y atender a este grupo de edad. Como médicos tenemos el compromiso de conocer las características especiales del paciente mayor mejorando no sólo la prolongación de la vida, sino que ésta sea digna y de calidad, ya que después de todo, la mayoría de nosotros llegaremos a estos grupos de edad.
REFERENCIAS
Trejo-Nava Carlos Alberto. Consideraciones para el manejo de la enfermedad arterial coronaria de adultos mayores. Rev. Mex. Cardiol [revista en la Internet]. 2014 Jun [citado 2014 Nov 24] ; 25( 2 ): 86-108. Disponible en: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0188-21982014000200004&lng=es.
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